ESCRIBIR EN LA RED.
Es innegable que Internet está
cambiando la capacidad de socializar de las personas, y también su forma de
apreciar el mundo. Este cambio incluye a la lectura y la escritura, que han
visto modificado su modus operandi, su estética, por una sumisión a lo rápido y
concreto. Se acabó la vastedad. Desde Facebook y Twitter, hasta Wiki literatura, blogs, chats, hashtags,
la forma de escribir es otra, y otra la forma de leer. Me parece que pocos se
han dado cuenta de la poderosa herramienta discursiva en que se ha convertido
Facebook y los 140 caracteres de
Twitter. Es conocida la frase de Aurelio Asain acerca de Twitter: “A mí, en
Twitter, me interesa descubrir escritores, mucho más que seguir noticias o
balbuceos editoriales o disparates de catedráticos”. No sé, pero a mí me sigue
gustando el olor a humedad de los libros almacenados. Y leer desde una tablet
se me hace una pendejada.
Van, desde este blog, algunas
reflexiones del maestro Aurelio Asain sobre escribir en la red.
Aqui les dejo una maravillosa
lista de puntos (que seguro seguiran aumentando) acerca de las redes sociales,
vale la pena hacer un minilibro de esto!
1. Se puede abrir cuenta en
Twitter y escribir sin seguir a nadie ni tener seguidores. Antes que red social
esto es un espacio de escritura.
2. Se puede estar en Twitter sin
escribir, leyendo a otros, o escribiendo, sin leer a otros. En cualquier caso
debe haber escritura.
3. Toda escritura supone un
lector: el autor u otro. Pero no es lo mismo dar a leer a otro que publicar. El
público debe ser desconocido.
4. Publicar es poner un texto a
disposición de otros, más allá del espacio privado. Las ediciones limitadas no
son del todo publicaciones.
5. Salvo que mantenga uno su
cuenta privada, y acepte y siga sólo a amigos y conocidos, quien escribe en
Twitter publica.
6. Publicar es dar a leer. No es
esperar diálogo, ni interacción. Quien publica aquí, como en cualquier otro
lado, no tiene por qué leerte.
7. En los medios de publicación
tradicionales, el escritor escribe y el lector lee. En los blogs se espera
además que los lectores escriban.
8. En las "redes
sociales" no se publica la obra de un escritor para unos lectores, sino el
intercambio entre varios que se escriben y leen.
9. Se puede poner el acento en el
intercambio: en la formación misma de la red. Se puede privilegiar la
escritura. Se puede únicamente leer.
10. Poner el acento en el
intercambio desvía la atención de algo esencial: en este cuadrito no hay más
que escritura. Un link es escritura.
11. Quejarse de que alguien no
siga a nadie o sólo a muy pocos es ridículo. A los grandes escritores uno los
lee y punto.
12. En Twitter hay grandes
escritores, que no publican en otros medios, y que a veces no se consideran así
porque sus obras no se imprimen.
13. También hay escritores de
medios tradicionales que publican y a veces dialogan en Twitter, algunos con
gracia, otros sin mucha idea.
14. A mí, en Twitter, me interesa
descubrir escritores, mucho más que seguir noticias o balbuceos editoriales o
disparates de catedráticos.
15.Escritores de agudezas,
sarcásticos salvajes, irónicos sutiles, líricos intensos, seductores con
gracia, narradores de dos líneas: todo.
16.Todo eso tejiendo el rumor.
Twitter es el rumor. No es una agencia de noticias, ni un periódico, ni una
biblioteca, ni un salón de té.
17.Entre los griegos el rumor,
señaló Marcel Detienne, era un dios. Un dios poderoso, imparable, invisible y
sutil, oscuro y luminoso.
18. El rumor es fuente de
noticias, pero fluyen verdad y mentira como horror y belleza. Los ríos llevan
mierda y la mierda fertiliza.
19. No le pidas rigor al rumor:
aprende a seguirlo, a escucharlo, a descifrarlo. Que acaricie tu oído desde
lejos mientras lleva cadáveres.
20. El prosista más estricto de
la lengua, Borges, era el polemista más despiadado. Escribió también un poema
en el que caga. Aprende eso.
21. El rumor es mezcla. Leer a
los porteños diciendo pendejadas y a los mejicanos boludeces es emocionante. Y
cómo sonríe desde Bogotá.
22. Gente imbécil: gente a la que
le molesta la palabra imbécil.
23. El rumor puede tejer una
trama. La coincidencia fortuita de una metáfora elegante con una leperada puede
producir efectos maravillosos.
24. También la coincidencia de
una observación inteligente con una imbecilidad puede ser afortunada y producir
algo nuevo, si se sabe leer.
25. Si se sabe leer, algo puede
brotar de la escritura más torpe y el argumento más imbécil: lo cual no redime
ni excusa a una ni a otro.
26. El buen lector es atento,
vivaz, memorioso: lee recordando lo leído y relaciona unas lecturas con otras:
poemas, relatos, notas, tuits.
27. Dice que Twitter es pura
fugacidad quien busca noticias o chismes y no recuerda lo que lee, no subraya y
transcribe, no guarda para sí.
28. Mucho de lo que se escribe
aquí —poema, relato, diatriba, idea— es memorable. Su fugacidad está solo en tu
desatención y tu indolencia.
29. Mucho de lo que se escribe
aquí, bueno y malo, se perderá para siempre. Algo, bueno y malo, quedará. Y así
está bien y así es con todo.
30. Los que retuitean pasan la
voz, como quien cuenta un chiste o suelta un chisme. Ruido. Otros guardan,
recuerdan, releen sus favoritos.
31. No me cuentes el chisme.
Guárdalo para ti. Ya me mostrarás tus tesoros si voy a tu casa o los oiré de tu
boca. No me invadas con ruido.
32. En el espacio de un tuit
caben diez poemas japoneses. Más de una copla, un aforismo. Un cuento de
Hemingway y uno de Monterroso, juntos.
33. Ciento cuarenta caracteres
son un espacio vastísimo en japonés, amplio en inglés y más que suficiente en
español. Cortar es de eunucos.