No hay mayor desilusión que la incapacidad de compartir con otra persona un conocimiento que consideramos esencial.



Richard Ford



sábado, 5 de enero de 2013


ESCRIBIR EN LA RED.

Es innegable que Internet está cambiando la capacidad de socializar de las personas, y también su forma de apreciar el mundo. Este cambio incluye a la lectura y la escritura, que han visto modificado su modus operandi, su estética, por una sumisión a lo rápido y concreto. Se acabó la vastedad. Desde Facebook y Twitter,  hasta Wiki literatura, blogs, chats, hashtags, la forma de escribir es otra, y otra la forma de leer. Me parece que pocos se han dado cuenta de la poderosa herramienta discursiva en que se ha convertido Facebook  y los 140 caracteres de Twitter. Es conocida la frase de Aurelio Asain acerca de Twitter: “A mí, en Twitter, me interesa descubrir escritores, mucho más que seguir noticias o balbuceos editoriales o disparates de catedráticos”. No sé, pero a mí me sigue gustando el olor a humedad de los libros almacenados. Y leer desde una tablet se me hace una pendejada.
Van, desde este blog, algunas reflexiones del maestro Aurelio Asain sobre escribir en la red.
Aqui les dejo una maravillosa lista de puntos (que seguro seguiran aumentando) acerca de las redes sociales, vale la pena hacer un minilibro de esto!

1. Se puede abrir cuenta en Twitter y escribir sin seguir a nadie ni tener seguidores. Antes que red social esto es un espacio de escritura. 
2. Se puede estar en Twitter sin escribir, leyendo a otros, o escribiendo, sin leer a otros. En cualquier caso debe haber escritura. 
3. Toda escritura supone un lector: el autor u otro. Pero no es lo mismo dar a leer a otro que publicar. El público debe ser desconocido. 
4. Publicar es poner un texto a disposición de otros, más allá del espacio privado. Las ediciones limitadas no son del todo publicaciones. 
5. Salvo que mantenga uno su cuenta privada, y acepte y siga sólo a amigos y conocidos, quien escribe en Twitter publica. 
6. Publicar es dar a leer. No es esperar diálogo, ni interacción. Quien publica aquí, como en cualquier otro lado, no tiene por qué leerte. 
7. En los medios de publicación tradicionales, el escritor escribe y el lector lee. En los blogs se espera además que los lectores escriban. 
8. En las "redes sociales" no se publica la obra de un escritor para unos lectores, sino el intercambio entre varios que se escriben y leen. 
9. Se puede poner el acento en el intercambio: en la formación misma de la red. Se puede privilegiar la escritura. Se puede únicamente leer. 
10. Poner el acento en el intercambio desvía la atención de algo esencial: en este cuadrito no hay más que escritura. Un link es escritura. 
11. Quejarse de que alguien no siga a nadie o sólo a muy pocos es ridículo. A los grandes escritores uno los lee y punto. 
12. En Twitter hay grandes escritores, que no publican en otros medios, y que a veces no se consideran así porque sus obras no se imprimen. 
13. También hay escritores de medios tradicionales que publican y a veces dialogan en Twitter, algunos con gracia, otros sin mucha idea. 
14. A mí, en Twitter, me interesa descubrir escritores, mucho más que seguir noticias o balbuceos editoriales o disparates de catedráticos. 
15.Escritores de agudezas, sarcásticos salvajes, irónicos sutiles, líricos intensos, seductores con gracia, narradores de dos líneas: todo. 
16.Todo eso tejiendo el rumor. Twitter es el rumor. No es una agencia de noticias, ni un periódico, ni una biblioteca, ni un salón de té. 
17.Entre los griegos el rumor, señaló Marcel Detienne, era un dios. Un dios poderoso, imparable, invisible y sutil, oscuro y luminoso. 
18. El rumor es fuente de noticias, pero fluyen verdad y mentira como horror y belleza. Los ríos llevan mierda y la mierda fertiliza. 
19. No le pidas rigor al rumor: aprende a seguirlo, a escucharlo, a descifrarlo. Que acaricie tu oído desde lejos mientras lleva cadáveres. 
20. El prosista más estricto de la lengua, Borges, era el polemista más despiadado. Escribió también un poema en el que caga. Aprende eso. 
21. El rumor es mezcla. Leer a los porteños diciendo pendejadas y a los mejicanos boludeces es emocionante. Y cómo sonríe desde Bogotá. 
22. Gente imbécil: gente a la que le molesta la palabra imbécil. 
23. El rumor puede tejer una trama. La coincidencia fortuita de una metáfora elegante con una leperada puede producir efectos maravillosos.
24. También la coincidencia de una observación inteligente con una imbecilidad puede ser afortunada y producir algo nuevo, si se sabe leer.
25. Si se sabe leer, algo puede brotar de la escritura más torpe y el argumento más imbécil: lo cual no redime ni excusa a una ni a otro.
26. El buen lector es atento, vivaz, memorioso: lee recordando lo leído y relaciona unas lecturas con otras: poemas, relatos, notas, tuits.
27. Dice que Twitter es pura fugacidad quien busca noticias o chismes y no recuerda lo que lee, no subraya y transcribe, no guarda para sí.
28. Mucho de lo que se escribe aquí —poema, relato, diatriba, idea— es memorable. Su fugacidad está solo en tu desatención y tu indolencia.
29. Mucho de lo que se escribe aquí, bueno y malo, se perderá para siempre. Algo, bueno y malo, quedará. Y así está bien y así es con todo.
30. Los que retuitean pasan la voz, como quien cuenta un chiste o suelta un chisme. Ruido. Otros guardan, recuerdan, releen sus favoritos.
31. No me cuentes el chisme. Guárdalo para ti. Ya me mostrarás tus tesoros si voy a tu casa o los oiré de tu boca. No me invadas con ruido.
32. En el espacio de un tuit caben diez poemas japoneses. Más de una copla, un aforismo. Un cuento de Hemingway y uno de Monterroso, juntos.
33. Ciento cuarenta caracteres son un espacio vastísimo en japonés, amplio en inglés y más que suficiente en español. Cortar es de eunucos.