Que hubo tres Mario Aburto en
Lomas Taurinas, eso ya es vox populi. En México también nos las gastamos para
eso de la conspiración política. Colosio, la película de Carlos Bolado,
evidencia algo que se viene gestando en el colectivo popular desde marzo de
1994:
a)
La
injerencia de altos funcionarios del Gobierno en el asesinato de Colosio,
principalmente del todopoderoso secretario de gobernación, José Córdova
Montoya, pero también del presidente Salinas, su hermano Raúl, José Francisco Ruiz Massieu y empresarios
poderosos ¿Azcárraga?
b)
La
participación de la agrupación psuedopolítica TUCAN (Todos Unidos contra Acción
Nacional), que tomaron como afrenta personal que Colosio en 1989, siendo
presidente nacional del PRI, entregara al PAN el gobierno de Baja California a
un gobernador panista (Ernesto Ruffo Apel).
c)
Luego de
décadas de trabajar con total impunidad, bajo el cobijo de gobiernos priístas
de vieja guardia, el narco puedo tramar el asesinato de Colosio debido a que
vería mermado sus intereses. En la cinta de Bolado, se habla del interés
personal de los hermanos Arellano Félix por entrevistarse con Colosio, acto que
el candidato rechazó.
d)
En el
discurso del Monumento a la Revolución, en donde Colosio evidencia las
corruptelas de los gobiernos priístas así como se deslinda de sus antecesores y
promueve una unidad partidista, sería como su sentencia de muerte firmada.
e)
Todo cabe
en la teoría de la conspiración, capítulo Colosio. Desde al famoso asesino
solitario –descrita en 1999 magistralmente por el novelista Élmer Mendoza en su
novela homónima- , hasta entrenado en Estados Unidos que se dedica a borrar las
pistas de la posible conspiración.
f)
En más de
un sentido, Colosio le debe mucho a JFK de Oliver Stone, quizá la mejor
película de conspiración política. También hay rasgos del cine noir francés o del italiano de la mano
de Vitorio de Sicca. Es imposible para
un director del talento probado de Carlos Bolado, sacudirse esa influencia. La estructuración de las escenas
me recuerda muchísimo a trhiller político de Stone.
g)
Me hubiera
gustado que en la película se hablara abiertamente de nombres y fechas, y no
cubrirlos por su función política. Nunca se menciona a Salinas por su nombre,
ni a Córdova Montoya, ni a Ruiz Massieu. Para un público más joven va a ser
difícil situar la película en algún contexto contemporáneo, más por el
desagrado colectivo hacia temas políticos.
h) Colosio
es un buen intento de
desacralizar un tema vedado para los gobiernos que siguieron después de la
muerte de Luis Donaldo; toda la jodida manipulación de información, la
desaparición de pistas, el uso indebido de recursos públicos para proteger a
los culpables, el encubrimiento, la
inoperancia de las autoridades a cargo de la fiscalía que investigó el asesinato,
parecen pruebas irrefutables que todo se gestó desde las altas esferas del
gobierno. Y lo más horrible de esto es la mentira, el engaño ruin, y la
creencia de que el mexicano es tan estúpido para tragarse cualquier drama
telenovelero que inventa el gobierno.
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