Estuve escuchando esta tarde una canción preciosa de Serrat, "Esos locos bajitos" y por alguna razón recordé un poema de Paz que habla sobre su padre (y que, en cierta manera, me recuerda al mío, pero sin el desenlace funesto):
Del vómito a la sed,
atado al potro del alcohol,
mi padre iba y venía entre las llamas.
Por los durmientes y los rieles
de una estación de moscas y de polvo
una tarde juntamos sus pedazos.
Yo nunca pude hablar con él.
Lo encuentro ahora en sueños,
esa borrosa patria de los muertos.
Hablábamos siempre de otras cosas.
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